Crónica de la charla sobre emergencia climática


El pasado miércoles 19 de febrero arrancamos una nueva temporada de nuestros cafés conversatorios, encuentros ciudadanos para debatir de forma distendida, pero con rigor, sobre cuestiones que circulan por los medios de comunicación y que no merecen quedar desatendidos por la ciudadanía.

Nos acompañó en esta ocasión Alex Fernández Muerza, periodista especializado en medio ambiente, energía… y Premio 2019 de Periodismo Ambiental de Euskadi. El tema era la Declaración de Emergencia Climática adoptada recientemente por el Gobierno central: qué es, que implica, en qué nos afecta como ciudadanía.

Estuvimos alrededor de una docena de personas en la cafetería Glass de Areeta, que se ha convertido ya en nuestro centro de operaciones. Gracias desde aquí a su equipo, por la atención prestada. Algunas de las personas participantes eran habituales de otros encuentros anteriores, pero resultó muy interesante la intervención de personas de Azti o de BC3, completando de esta manera las aportaciones realizadas por Álex.

Como ya nos adelantó en la entrevista que le hicimos antes del café conversatorio, la Declaración de Emergencia Climática supone el punto de partida para lo que se supone deberán ser medidas concretas que permitan abordar la necesaria transición energética (de los combustibles fósiles a otro modelo), así como otras intervenciones que se alineen con las exigencias que impone el cambio climático que tenemos encima.

Y es que, por mucho que algunas personas se empeñen en negarlo, este cambio ya está entre nosotros, y a menos que nos pongamos las pilas, nos seguiremos cociendo lentamente, como las ranas… hasta que no haya vuelta atrás y terminemos cocinadas del todo.

Durante el café surgieron reflexiones interesantes, que ponen de manifiesto que esto va de algo más que de las tres Rs, y que en la práctica, exige dar la vuelta al calcetín de nuestro modelo económico. Lo que dicho así de repente, se nos antoja que afecta a las empresas del IBEX. Pues sí, pero no. Porque afecta de suyo a nuestro estilo de vida, profundamente consumista y comodón. Exige, en definitiva, salir de nuestra zona de confort y asumir nuestras responsabilidades, individuales y colectivas, en todo este tinglado.

Al final de todo, salió de nuevo, cómo no, el tema de la educación… Tan necesaria… pero tan difícil de aplicar, si entendemos la educación como debemos entenderla, en un sistema que no hace otra cosa que cambiar la Ley al son del color político, sin dotar a dicho sistema de la flexibilidad y de la transversalidad que lo haga capaz de ¡zas! hacer como propias las nuevas demandas sociales y hacerles un hueco en el modelo educativo. Pero esto daría para otro post…

En definitiva, un encuentro muy agradable, para hacernos pensar, apuntar nuevas referencias donde seguir informándonos (Ballena Blanca, por ejemplo), y seguir abriendo la mente de la ciudadanía para conseguir al menos, un pensamiento crítico, que ya sería mucho…

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