Que no caiga en saco roto


No sé muy bien qué puedo aportar escribiendo este post, cuando estamos todos del coronavirus pues eso, hasta la coronilla…

Todo esto por lo que estamos pasando tendría que servirnos de algo. Y me gustaría estar convencida de ello, pero somos ya mucho de eso de tropezar con la misma piedra, y la verdad es que tengo mis dudas. Y sería una pena, la verdad. Porque después de tanto hastag del #quédateencasa, y tanto apoyo multitudinario (en redes sociales, tranquilos/as todos/as), sería una lástima que todo quedara en agua de borraja.

Todo esto debería servirnos para parar. Un momento. Desde que este asunto se ha convertido de repente en grave y ha dejado de ser cosa de risa (pese a los memes que nos descongestionan, menos mal…), podemos escuchar en las calles otros sonidos diferentes a los habituales. Me atrevería a decir que, desde mi ventana, incluso respiro mejor. Y puedo mirar al vecino a o la vecina de enfrente, y parece que nos reconocemos. Es como si tuviéramos una conciencia colectiva del estar haciendo algo todas las personas juntas. Y esto no debería perderse. Ser capaces de parar, de hacer las cosas de otra forma, de vernos de otra forma, más colectiva, menos individualista.

Salen ahora iniciativas esperanzadoras, como suelen salir en estos casos, de personas anónimas que se unen a través de los canales digitales para ponerse en común y desde la distancia tejer redes, unir manos, tratar de sobrellevar esto compartiendo lo que se pueda. Compartir. Colaborar. Responsabilidad. Comunidad. Palabras que tendrían que servir para algo más que para compartir bonitos posts en redes sociales. Sería maravilloso que de alguna manera que ahora no soy capaz de identificar, pudiéramos procesar todo esto para sacar algo concreto y realmente útil para todas las personas.

Estamos nerviosas, con algo de miedo. Eso no lo voy a esconder. Supongo que no seré la única. Experimentamos una incertidumbre que nunca antes habíamos sentido. Porque parecía que esto era como de otros sitios. Y que aquí no iba a tocar. Pues bueno, ahora que nos ha tocado, vamos a darnos una cura de humildad y vamos a intentar sacar los aprendizajes. Tal vez no ahora (hay gente demasiado preocupada con su dichoso papel higiénico), pero más pronto que tarde habría que sacar lecciones de todo esto. Desde lo político, desde lo público, pero también desde lo pequeño, como nos gusta a eCivis.

Esta tarde he encontrado esta web: https://frenalacurva.net/. Y me ha parecido genial la iniciativa. Nos sumamos y compartimos para que os podáis sumar también.

Ánimo, paciencia, y responsabilidad

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