El pasado año dejamos reflejo en este blog de la acertada reflexión de un miembro de la administración vasca, a la sazón Iñaki Ortiz, cuando se le preguntaba por el futuro de la Administración Electrónica. En concreto decía:
La administración del futuro será electrónica o no será administración.
Lo cierto es que el tiempo pasa y aunque se hacen muchas cosas, la ciudadanía no termina de verlas, o de usarlas, que para el caso es lo mismo. Hay que decir alto y claro a las administraciones (grandes y pequeñas) que la ciudadanía debe y tiene que ser agente activo en este proceso, ya que de lo contrario, no habrá administración.
La Administración Electrónica no puede quedarse en una alquimia que utilizan las administraciones de puertas adentro y que la ciudadanía usa “cuando se alinean todos los astros”. Aquí, como en otras cosas, está en juego el tipo de sociedad que queremos ser y como queremos funcionar: con la primera, o con la quinta marcha.
Los servicios expuestos a la sociedad necesitan de un nuevo enfoque, reflexionar sobre lo qué hay y lo qué se ha hecho, para replantearse el por qué son tan poco atrayentes, tan poco utilizados, por la sociedad en general. En ningún momento, pensamos que se tenga que inventar nada más -ya se ha inventado bastante- sino en dar vida/uso a lo bueno existente y olvidarnos de lo inútil. Y, sobre todo, estrujarse la sesera en plantear soluciones sencillas, comprensibles y aprovechar así para crear rutina en la forma de operar en la red con la administración.
Esta es nuestra propuesta. En nuevos post plantearemos el por qué hemos llegado aquí, y que otro rumbo pudiera ser más aconsejable.