El pasado martes 15 de junio, pese al tremendo calor y las ganas de verano y vacaciones, nos juntamos alrededor de una decena de personas para charlar, en formato online, con Alícia Homs, eurodiputada del grupo de la Alianza Progresista de Socialistas y Demócratas, y Jose Luis Bezanilla, comunicador y formador experto en emprendimiento y empleo. El tema giraba en torno a los resultados de la Cumbre Social de Oporto, donde se adoptó una declaración relevante de cara a conseguir una serie de objetivos en el ámbito de la Europa Social.
Tanto Alícia como Jose Luis fueron claros en el común denominador de estos objetivos, todos ellos necesarios, de sentido común para cualquiera que aspira a una verdadera Europa de las personas, a una Europa con la que las y los ciudadanos podamos identificarnos en la medida en que conecta con nuestras necesidades y aspiraciones. Porque Europa cada vez queda más lejos, más incomprensible, y las personas tenemos la sensación de quedar relegadas a un segundo plano, bailando al son de los intereses políticos de cada momento.
Estas suspicacias eran precisamente la justificación del título del encuentro, ¿derechos sociales o políticas de fogueo? Porque el papel lo aguanta todo, y las y los europeos llevamos ya un tiempo cansados de artificios, sobre todo en estos tiempos de pandemia, donde los sacrificios y las renuncias han sido máximas, y llegamos exhaustas al final de camino. Bajo el paraguas de unos fondos de recuperación que se anuncian a bombo y platillo (y que como siempre en nuestro país, más que para aunar esfuerzos, sirven de arma arrojadiza en la arena política, haciendo un flaco favor a la ciudadanía), parece que la Unión Europea y los Estados quieren «ponerse las pilas» y poner a las personas en el centro, asumiendo una serie de compromisos necesarios:
1) Al menos el 78 % de las personas de entre 20 y 64 años debe tener trabajo.
2) Al menos el 60 % de los adultos debe participar en actividades de formación cada año.
3) El número de personas en riesgo de pobreza o exclusión social debe reducirse en al menos 15 millones, entre las que en encuentren, como mínimo, 5 millones de niños.
Se comentaron cuestiones sumamente interesantes y que habrán de ser desarrolladas en los próximos años, esperemos que con agilidad, brevedad y eficiencia:
• La Garantía Infantil y Juvenil
• La Directiva sobre SMI Justos en la UE
• O la Directiva sobre Transparencia Salarial.
Llegados a este punto, la cuestión es cómo conseguir que estos objetivos sean efectivos y sobre todo, reales. Porque en esto de las políticas europeas se echa de menos un procedimiento claro de implementación, y una capacidad de intervención, sanción o penalización sin ambages, que obligue a los Estados a cumplir los compromisos pasando de las buenas palabras a la acción.
Y en esto de la acción, Jose Luis Bezanilla puso la mirada local y el foco desde el trabajo diario codo con codo, sumado a la experiencia personal propia, en el ámbito del empleo, la formación, y la mejora de la capacitación profesional permanente para poder afrontar un escenario económico cambiante en todos los sectores productivos, y que arroja un horizonte difuso para empresas y para las personas que trabajamos en el sistema: nuevos empleos, nuevas capacitaciones, nuevas demandas. La necesidad de no perder por el camino la experiencia profesional adquirida con la edad, entendiendo esa experiencia más allá de las habilidades puramente profesionales. Avanzar hacia las soft skills como competencias transversales en el modelo educativo (que no hay que reformar, hay que transformar). El edadismo visto no de manera peyorativa, sino como un plus que complementa a la juventud que llama a la puerta, transversalidad y horizontalidad en los modelos de formación y producción. La necesaria conexión entre economía y formación (¿transversalidad también en las políticas económicas y de educación?)…
Fueron, en definitiva, muchas las cuestiones que se trataron, dejando muchas preguntas y reflexiones en el aire, de las que tomamos nota y sobre las que nos gustaría seguir trabajando. Por eso, si quieres dejar tu aportación, puedes dejarnos tu comentario, para seguir avanzando en este propósito.
Nos vemos en septiembre, felices vacaciones.