El pasado sábado 23 de noviembre tuvo lugar la XI Edición del Encuentro Getxoblog, una vez más en las instalaciones del Palacio Bake Eder (Biscaytik) en Areeta – Getxo, gracias al tesón de Mikel Agirregabiria, incansable en la organización anual de este encuentro.
Se trata de un encuentro de personas interesadas no sólo por los blogs, sino en general con todo lo relacionado con las redes sociales, la tecnología y la innovación en general.
eCivis acudió este año con un rol nuevo, al intervenir como entidad co-organizadora. Un papel que tomamos con gusto y con ganas, sobre todo para intentar dar una nueva mirada a estos encuentros, especialmente teniendo en cuenta las opiniones y valoraciones de muchas de las personas participantes y asistentes al mismo.
Aunque el blog de la persona que inspira y mueve todo este tinglado, Mikel Agirregabiria, está ya informando sobrada y gráficamente de todo cuanto aconteció, desde eCivis nos gustaría aportar una visión más “desde fuera”, como ciudadanas y ciudadanos de a pie, de esos a los que esto de la tecnología les coge un poco de lejos.
Y es que en efecto, la percepción mayoritaria de estas personas digamos “alejadas” de la tecnología fue un poco difusa, ya que no llegaron a entender el iter del discurso del evento. Esta es a nuestro juicio una de las pegas del evento, que tal vez dificulta el que se abra a más público, aunque también es una de las bondades, ese caos ordenado y premeditado. Este año la intención era hablar sobre sostenibilidad desde diferentes escenarios: vehículos eléctricos, iniciativas sociales sostenibles, start-ups centradas en explorar los ODS… Y así más o menos, en torno a estas cuestiones, fueron subiendo al estrado diferentes profesionales de ámbitos diversos y dispersos, aparentemente sin conexión, dando cada uno su pincelada, rápida, muy rápida, sobre esto de la sostenibilidad.
La percepción es que en algunos momentos había un tufillo comercialoide: que si el coche, que si mi web con mi proyecto educativo que cambiará el mundo… Sí hubo elementos para la reflexión, como la presencia potente de iniciativas sin ánimo de lucro, asociaciones que diría aquel, que con mucho esfuerzo e ilusión de las personas implicadas han sacado adelante proyectos curiosos (así por ejemplo el cementerio de Sad Hill, que iba también por el tema de la sostenibilidad aunque cogido un poco por los pelos. Iniciativa interesante que daba para una charla más calmada, para darla a conocer en todo su potencial).
Fantástico resumen de Garbiñe Larralde, de lo mejorcito del evento
El momento de los premios fue emocionante en lo personal, porque la mayoría eran caras conocidas para eCivis, con las que hemos colaborado en diferentes circunstancias. Y no podemos menos que desearles todo lo mejor porque representan muchos de los valores que desde nuestra asociación nos gustaría promover: pasión, emoción, compromiso, emprendimiento, colaboración, participación… Zorionak a todas las premiadas.
Pensamos que Getxoblog es un evento atractivo para Getxo, pues sirve como una especie de escaparate de tendencias, iniciativas… que de otra forma tal vez pasarían desapercibidas. Echamos en falta sin embargo el que este evento llegue a más gente, tal vez a un público menos experto, menos ávido de tuitear todo lo que se menea, pero con ganas de aprender y de iniciarse en este mundo apasionante. Echamos también de menos un ritmo más pausado. Insisto que el caos ordenado es una de sus señas de identidad (con permiso del phooning), pero no da juego a la parte de intercambio, reflexión y networking, ¿podría plantearse un día entero, con diferentes dinámicas y actividades? ¿Sería posible «un poquito» más pausado, sin la sensación de atropello que a veces generaba (que se lo pregunten a Lucía Martínez Odriozola)? Somos conscientes que hay ganas de contar mucho en muy poco tiempo, y aunque las ponencias exprés son interesantes, la creación colectiva posterior suele ser de lo más enriquecedor de los encuentros. Y a veces en Getxoblog te vas con ganas de profundizar más en algunas cosas, y no siempre es posible, al menos en ese momento. Sales un poco con la lengua fuera, vaya. Y es una lástima porque cuando ya le coges el tranquillo va y ¡paf!, se acaba.
En conclusión, una buena iniciativa que se merece una reflexión para, ahora que ya ha pasado los 10 años, pueda ser realmente útil para la ciudadanía de Getxo y alrededores y no sea un evento cerrado a un grupo de convencidos en este tema. En los tiempos que corren, hora es ya de darle la difusión y el enfoque que se merece, para no perder asistencia por el camino sino por el contrario, ir consolidando cantera de gente formidable que anda por ahí con ganas de aprender y compartir.