El pasado viernes 11 de octubre participamos en un encuentro del proyecto Loturak, en la Romo Kultur Etxea. Nos reunimos en torno a una decena de personas con las organizadoras de la actividad.
Loturak Getxo es un proyecto desarrollado por la asociación Moviltik con el apoyo del Ayuntamiento de Getxo, que impulsa un proceso de reflexión ciudadana orientado a definir las claves de una “Ciudad acogedora” en el marco de una política local intercultural, contribuyendo a sensibilizar a la ciudadanía y favorecer comunidades inclusivas.
Se trata de un proyecto con diferentes líneas de ejecución planificadas en el tiempo, de manera que desde eCivis nos hemos sumado a medio camino, participando en los talleres de personas adultas para recoger experiencias de vida y acogida. Ahí nos metimos al lío.
Lo que hicimos en primer lugar fue un mapeado de experiencias emprendedoras y de asociaciones dedicadas a la acogida, ubicadas en Getxo. Para ello nos organizamos en dos grupos, y sobre un plano del municipio empezamos la reflexión y el pegado de los stickers indicativos de dónde estaba cada una de ellas. Nos llamó la atención la ubicación muy localizada tanto de experiencias como de asociaciones, en las zonas de Romo y de Algorta, mientras que en Areeta y en Neguri no supimos identificar prácticamente ninguna. No sé si fue por el perfil y procedencia de las personas que estuvimos, pero la verdad es que nos llamó bastante la atención.
La segunda acción consistió en conocer el por qué de ese mapeado. Se trataba a partir de ese momento, de preparar una entrevista para realizarla a las personas que estaban al mando de esas experiencias emprendedoras y de esas asociaciones, con el fin de sintetizar en formato de video, esas experiencias de vida y acogida.
Una breve sesión formativa sobre las cuestiones técnicas, y ahora nos toca el lío de animar a las personas y asociaciones identificadas para participar en este proceso. La verdad es que al menos en lo que nos ha tocado a nosotras, no está resultando fácil, parece que las personas no son demasiado proactivas a la hora de exponer públicamente y bajo este formato, ciertas ideas, sensaciones y percepciones. Es como si diera miedo poner cara a la experiencia de acogida, y que sigue quedando en el plano más personal.
Aunque todavía no nos hemos tirado al ruedo de grabar la entrevista, así de primeras nos ha gustado el modelo de trabajo, muy participativo y dinámico. No nos quedamos con la actividad in situ durante el encuentro, de reflexión, sino que por el contrario va más allá y convierte a las personas interesadas en participantes activos, de una manera real, en todo el proceso. Lo que lo hace más pesado por cuanto requiere más trabajo, pero al mismo tiempo, más estimulante: aprendizaje, tecnología, intercambio de sensaciones con otras personas del municipio…
Esperamos que alguna de las entrevistas a las que nos comprometimos puedan llevarse a buen término, y seguir contando en primera línea cuáles han sido nuestras percepciones. De momento, ganas de seguir aprendiendo, y cierta frustración por no ser capaces de dedicarle todo el tiempo que nos gustaría.