Caminos lilas para una sociedad mejor


Hace un par de semanas acudimos a la última sesión de las jornadas sobre Las Mujeres en Bizkaia, Luces y Sombras, en la Real Sociedad Bascongada de Amigos del País en Bilbao, y que durante todo el mes de febrero ha intentado desterrar sombras, y sembrar la luz, en la situación de la mujer en diferentes espacios vitales.

Nosotras estuvimos escuchando experiencias de diferentes mujeres en el mundo de la política, donde la testosterona ha campado a tope, y sigue campando de manera notable, a estas alturas de la vida. Desde sus diferentes posiciones e ideologías políticas, las cuatro mujeres nos contaron tanto anécdotas de su carrera profesional, como su visión particular acerca de la situación de la mujer, en general, en nuestra sociedad, no solamente en la política.

En plena resaca de puesta en valor de la igualdad de la mujer, creo que es interesante recordar las reflexiones que se pusieron ese día sobre la mesa, en un espacio que olía a precampaña electoral, repleto de gente, echando de menos perfiles de asistentes más jóvenes, de esas que podrían haber cogido estas reflexiones al vuelo y haberlas hecho suyas, para darles una proyección en el tiempo: la mujer ha ocupado un espacio en la política no sin renuncias, casi siempre, mayores que las de los hombres. Ha tenido que ganar terreno en un ámbito que se suponía masculino, y ha tenido que hacerlo intentando llevar su propio traje, no intentando encajar en el de un hombre… lo que no siempre ha sido fácil. La mujer en la política ha tenido que afrontar comportamientos sexistas impensables en una relación entre hombres, y justificarse en cada momento de los pasos que se iban dando…

Enlazo estas reflexiones con la del pasado martes en la Romo Kultur Etxea, en la presentación de un libro sobre violencias, sin adjetivos… Al arranque de la cita, hubo cierta protesta por el escaso público, alegando que al final, la movilización es escasa. Pero… ¿acaso acudir a la presentación del libro es equivalente de un mayor compromiso con el feminismo, con la lucha contra la violencia de género? Ojalá todo esto pueda resolverse con la simple lectura de un libro… El activismo ciudadano en esta cuestión tan importante y necesaria, no se puede simplificar en leer un libro. Debe plasmarse en nuestro día a día, rechazando comportamientos machistas en todos los ámbitos: en el trabajo, en lo social, en lo personal…

Tras las reflexiones de las mujeres en la política y la presentación de este libro… queda mucho trabajo por hacer. Las reivindicaciones se han puesto sobre la mesa y sólo queda avanzar. Porque el camino recorrido es nuestro y el que queda por delante, también. O no será.

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