La juventud ha salido a las calles por el cambio climático. Todo comenzó hace unos meses, cuando el rapapolvo de Greta Thunberg en la Conferencia sobre el Cambio Climático en Naciones Unidas dio la vuelta al mundo. Y su ejemplo ha servido para que muchos otros chicos y chicas se manifiesten y se declaren en huelga, abandonando las aulas, invadiendo las calles y reclamando de los líderes políticos que pongan el foco en lo realmente importante, en nuestro planeta que se va por el retrete si nadie lo remedia.
Esto que pasa, está pasando en Bélgica, en Alemania… En España estamos entretenidos con otras cosas: Cataluña y otros trending topic, aderezado de morbos varios y polémicas baldías que no llevan a ningún sitio más que para seguir llenando los mismos bolsillos a manos llenas y capturar votos, que está la cosa muy desperdigada últimamente por aquí.
No faltará mucho, sin embargo, para que las y los chavales de por aquí se pongan también las pilas. Y la verdad es que sería fantástico que nos pusieran pingando a toda esta generación que solamente nos hemos preocupado de mantener nuestra forma de confort, sin ocuparnos por conservar un entorno y un modelo de vida sostenible para quienes viven después.
Porque el último informe de la NASA sobre el cambio climático da que pensar. No sólo por cómo está agravándose esta cuestión, que también, sino por la indiferencia absoluta de las y los dirigentes políticos, por cómo ha pasado de puntillas por la actualidad. Estamos en una situación irreversible, y por eso es estupendo que este puñado de jóvenes se ponga en marcha, porque demuestra que el compromiso social cala en las personas, en esas que dentro de unos años gobernarán, trabajarán, y moverán nuestra sociedad. Personalmente me encanta que esta nueva generación, inmersa en el musical.ly, en Instagram, en youtube… dé la cara y salga a la calle.
Algo muy raro ha tenido que pasar con mi generación para que últimamente solamente se muevan los de la generación anterior y esta que viene. Hay aquí un salto digno de estudio e investigación, porque el compromiso social no sé por dónde se nos quedó, ni cuándo…
Porque cuando la ciudadanía se pone en marcha es cuando se consiguen grandes cosas. Y podemos pensar que desde lo pequeño nada es posible, pero cada una de las personas podemos contribuir con nuestras actitudes, desde lo local, desde lo pequeño, en nuestro entorno. En esto del cambio climático, no derrochando recursos, educando a quienes vienen detrás… Pero también en muchos otros ámbitos. Lo del cambio climático es una noticia terrible, pero resulta profundamente esperanzador leer y ver a estos chicos y chicas, comprometiéndose por su futuro. Enhorabuena.