Hace unos días estuvimos reunidas con una compañera en el proyecto de Educación para el Emprendimiento en el que estamos enfrascadas desde eCivis, en el marco del Programa Erasmus+, y corrigiendo algunos aspectos, nos planteó una metáfora muy elocuente que da lugar a muchas reflexiones. Tú que eres, ¿cola de león o cabeza de ratón?
Esto viene a cuenta de cómo queremos entrar en un mercado por ejemplo, si a bombo y platillo con el riesgo de tropezar estrepitosamente, o de manera sigilosa y de la mano de otras organizaciones, de manera que nuestro ritmo sea de esos que se dicen “sin prisa, pero sin pausa”. En definitiva estamos hablando de la eterna cuestión, de la importancia de la cooperación, de la generación de sinergias, del dar para recibir.
Esta metáfora por tanto no supone el descubrimiento de la pólvora, aunque personalmente sí me gustó por su grafismo y facilidad de comprensión. Y es que en esto del emprender, y no sólo cuando estás empezando, suele resultar interesante el tejer redes (el networking famoso), para poder compartir un pastel que de otra forma sería de difícil acceso. Esta tendencia la estoy observando en mi vida profesional, en el enfoque de atacar las oportunidades de negocio.
Tendemos progresivamente a la colaboración frente a la confrontación, buscando puntos de entendimiento para retroalimentar nuestras capacidades y al mismo tiempo mantenernos en el mercado, o introducirnos en él de manera pausada pero sólida.
Lo cierto es que prefiero ser cola de ratón, por lo menos al principio, y después ir ascendiendo en el reino animal J. De esta forma voy a ir aprendiendo poco a poco, voy a saber moverme con agilidad por la selva, y voy a formar la manada idónea con la que seguir avanzando y explorando nuevos espacios.
Y tú, ¿cómo te defines?